Hasta los 38 minutos del primer tiempo, había sido todo, absolutamente todo, de San Lorenzo. No fue mucho, pero sí lo suficiente para que Hilario Navarro se convirtiera en figura. El Ciclón, en un puñado de minutos (de los 18 a los 25), tuvo posibilidades para quebrar el cero, pero no lo hizo. Intentaron definir Aureliano Torres, Acosta y Romeo, pero no pudieron por el buen tino del arquero o por la falta de mira de los primeros tiros del año.Y, apareció Racing. Y apareció Fileppi, el que había anticipado que estos chicos que Micó prepara para el inicio del Clausura estaban hambrientos. Fue el zurdo el que forzó el córner --remate seco, alto, que Orión desvió por arriba-- y el que lo ejecutó, y fue Menghi el que le puso la cabeza al centro.¿Y? Y todo volvió a la normalidad. Los dos avanzaban a paso fuerte, con pocas ideas pero con mucha voluntad, pero se arrastraban, desordenados, para recuperar la pelota. El fondo de San Lorenzo sufrió por las bandas, el de Racing por las escapadas de Aureliano (Hilario le sacó al vuelo un tiro libre en el segundo tiempo) y la movilidad de los delanteros. Poco para un clásico, auspicioso para el primer juego del 08, en plena pretemporada y con equipos sin sus grandes figuras...
Con algo menos, Racing terminó llevándose más. No vale puntos ni levanta el promedio, pero sí la confianza de un grupo de pibes que piden, a grito de gol, que se jueguen por ellos.
