martes, 13 de noviembre de 2007

"Deje a Racing en Banda"


Hoy, el jugador más desequilibrante que surgió de las Inferiores de Racing en el último tiempo recuerda aquella etapa de aflicción como una anécdota. Ahora sólo piensa en disfrutar de sus vacaciones cerca de su familia y amigos. Tras estar casi tres meses en su nuevo club, en el que salió cuarto, el Enano regresó a Buenos Aires anoche a las 20, en un vuelo de Iberia. Y en su cargada agenda de placeres, como una de sus primeras "obligaciones" figura la de visitar esta mañana a sus ex compañeros de la Academia, sobre todo a sus más compinches: Matías Sánchez, Martínez Gullotta, Yacob y Mercado, entre otros. "Aunque no dejé de hablar con ellos, tengo muchas ganas de verlos", confiesa.En su confortable casa de la capital rusa, concedida por el club, ha ocupado parte de su tiempo libre pegado a la computadora, chateando vía messenger con su gente. La misma ante la cual, en su época de depresión, se presentaba con esta frase en su nick: "Me cansé, extraño jugar en Racing". Claro, a no confundirse. Lejos de crearles falsas expectativas a los hinchas que lo adoran, les aclara: "Mi idea es tratar de durar lo más que pueda en Europa (firmó por tres años). Como cambió el técnico, espero que el año próximo pueda jugar más así tengo vidriera y puedo ir a una liga más competitiva. El domingo fui titular y me dijeron que el año que viene jugaré más. Si en los primeros seis meses no se cumple, veré si me quiere a préstamo otro club de Europa. Y si no, el único equipo al que volvería en la Argentina sería a Racing, pero en junio", asegura quien, según sus allegados más íntimos, rechazó una oferta tentadora de Boca por respeto a la Academia.Difícil. No jugó todo lo que deseaba. En total, ya sea de punta o de volante por las dos bandas, acumuló 275 minutos. Le resultó rarísimos a un hombre que estaba habituado a otra realidad. "Fue muy feo ir al banco. En Racing me había acostumbrado a jugar. Igual sabía que en Europa me costaría ganarme un lugar. Si lo consigo, trataré de no soltarlo nunca. Tengo que esperar tranquilo las oportunidades para demostrar que puedo jugar", es su desafío.—¿Tu físico pequeño te perjudicó para jugar en un fútbol tan físico?—No te creas, eh. Hay equipos que apuestan a lo físico, pero en el que estoy yo intenta jugar al fútbol.—¿Hay algo que te haya sorprendido de ese país?—Lo primero que te digo es que es todo es muy caro. Otra cosa: aunque todos piensan que hace mucho frío, no se siente tanto. Por más que haya días de seis grados bajo cero, se aguanta porque el clima no es tan húmedo. Con esa temperatura en la Argentina, no saldría ni a la calle. Pero lo que más me gustó fue ver a la ciudad de noche, toda iluminada y bajo nieve. Jamás olvidaré esa imagen. —¿Contame cómo era un día tuyo en Moscú?—La práctica arrancaba a las 11.15. Y volvía a mi casa tipo cuatro porque el tránsito es impresionante. Pensé que en la Argentina había mucho tráfico, pero acá es tremendo. Cuando llego a casa, si estoy muy cansado, me pongo a dormir la siesta. Si no, voy a pasear al shopping de enfrente o a lo del Pitu (Barrientos). O me quedo con mi primo (se fue a vivir con él luego de que lo visitarán sus padres) a jugar con mi Play.—¿Firmaste autógrafos?—Sí, demasiados, ja. Hasta te lo piden hinchas de los rivales. Es raro. La vida es muy distinta a la de mi país. Podés salir tranquilo a la calle. Vas a tomar algo y la gente no te molesta. Igual, te digo que extraño todo. Hasta que me rompan las bolas, en el buen sentido.¿Y el idioma?—Es jodido, pero si tenés ganas de aprender, se aprende. Ahora sé las palabras básicas. Sé decir hola y chau y en la cancha digo arco, atrás, solo... También aprendí a pedir una cerveza cuando voy a cenar, ja. Y hago muchas señas. —¿Qué es lo que más te hace falta de Racing?—Todo, porque ahí viví todo. Sé que volveré, es cuestión de tiempo. Lo sigo muchísimo, en todos los partidos. Lo escucho por radio o lo veo cuando lo pasan por la tele. Me he quedado hasta las cinco de la mañana para verlo. Me siento parte de Racing porque me fui hace muy poco. Me hago cargo de la mala campaña del equipo, me pongo mal y me siento un responsable más como mis ex compañeros.—¡Pero ya no estás!—Sí, pero no me lavo las manos, dejé en banda al equipo porque me fui con el torneo empezado.Aquel adolescente que un día llegó en bicicleta para probarse en un torneo de Santa Fe —allí lo descubrió Micó—, haca diez días se compró un Minicooper y en Rusia hasta tiene chofer personal. "Es impresionante —se emociona— cómo me cambió la vida en dos años. Ahora me puedo dar algunos lujos, pero no me olvido de mi pueblo (Fray Luis Beltrán), sigo siendo el mismo de siempre y con los mismos amigos".

viernes, 9 de noviembre de 2007

Con poco...Logró 3 puntos



En los primeros minutos, a los dos les costó encontrar el camino al área. Gimnasia, un poco más ambicioso, tenía la pelota pero no lograba inquietar. Lo de Racing, hasta ahí, era tibio como lo hecho por Erwin Avalos. El paraguayo parecía jugar al revés de Claudio López. Así, el Piojo muchas veces pudo desbordar pero pocas veces encontró alguien a quien asistir. En medio de esa mediocridad, Gimnasia pegó primero. Fue a los 22', cuando Batalla lo vio picar bien a Herrera. El punta le ganó las espaldas a su marca y cuando quedó mano a mano con Navarro, el arco se le cerró. El correntino le achicó el ángulo de tiro y lo obligó, entonces, a girar y cederla atrás a Piergüidi quien definió con mucha frialdad al primer palo, con un tiro suave y a media altura. El 1-0 agrandó al Lobo, que comenzó a llegar con peligro e incluso tuvo varias oportunidades para aumentar la ventaja. Pero los goles hay que hacerlos, no sólo merecerlos. Y Gimnasia no los hizo y Racing sí. En menos de diez minutos, la Academia lo dio vuelta con dos disparos desde lejos. El primero vino, para desconsuelo mayor de los hinchas triperos, a través de Nico Cabrera. El volante exigió a Cejas, que tras tapar el remate tuvo la mala fortuna de que la pelota, luego de pegar en el palo, le diera en su cuerpo y se metiera. Y el 2-1 fue como volver a ver al mejor Claudio López, ese que fue héroe en Valencia. El Piojo recogió un rebote afuera del área y sacó un latigazo que se coló contra el palo derecho de Cejas, que esta vez nada pudo hacer. Pareció que el entretiempo los volvió a enfriar a los dos. Pero Gimnasia mostró otra actitud. Así, pudo llegar al empate por intermedio de Escobar, quien reventó el travesaño. Y también Piatti casi logra el 2-2. La apuesta de Racing era clara: aguantar y salir rápido de contra para liquidar la historia. Pero la presión y el orden del Lobo no dieron tregua. Y recién en el final aparecieron los espacios. Y a siete del final se terminó el partido: Cabrera desbordó, otra vez, por la derecha y lo vio entrar solito al Piojo, que recibió, inclinó el cuerpo y definió con la cara interna del pie izquierdo, lejos del alcance del arquero.
Festeja la Academia y está bien. La victoria le servirá para trabajar con más tranquilidad de cara al final del Apertura y acallar las críticas. Ah, ahora se viene Independiente...

martes, 6 de noviembre de 2007

Sava Desgarrado


Sobre llovido, mojado. Porque a la pobre realidad futbolística del conjunto, con la herida abierta por la contundente derrota del sábado ante Boca, se sumó otra mala noticia, pues ayer se confirmó que Facundo Sava padece un desgarro y deberá estar, por lo menos, 20 días afuera de las canchas, se perdería el clásico con Independiente, que está programado para el domingo 25, debido a que en el medio, habrá un mini receso por la nueva participación de la Selección Argentina en las eliminatorias.El diagnóstico de la lesión de Sava no es optimista: «es un desgarro», y la recuperación le demandaría tres semanas, es decir, quedaría marginado de, por lo menos, los dos próximos compromisos, ante Gimnasia e Independiente, aunque el jugador, en la charla con el médico y el cuerpo técnico, prefirió ser cauto: «veremos cómo se siente en la rehabilitación», porque las voces optimistas de Racing recuerdan que «justo el día del partido con Independiente, estaría llegando a los 21 días de plazo, de la lesión». Igual, son sólo especulaciones y todo tendrá que ver con la evolución del goleador, que hará un esfuerzo, para tratar de estar en el duelo de Avellaneda.Lo concreto es que el sábado, cuando Facundo Sava debió salir a los doce minutos, se supo que tenía una lesión complicada. Y ayer, tras ser sometido a los estudios de rigor, se determinó que padece una distensión muscular, lo que puede definirse como desgarro de tipo uno, en el isquiotibial izquierdo, «lo que le llevará no mucho más de veinte días de recuperación», tal como se informó oficialmente.Y Facundo Sava no fue el único lesionado en el partido con Boca, porque el defensor Franco Sosa se retiró dolorido, y ayer se comprobó que sólo tiene una contractura en el isquiotibial derecho, que se rehabilitará en pocos días.Más allá de esto, el plantel volvió a los entrenamientos, ayer por la mañana, en Avellaneda. Y en la cancha auxiliar, los que fueron titulares ante Boca (sin Sava y Sosa) hicieron ejercicios regenerativos en el campo y después, tareas en el gimnasio.Por su parte, los otros profesionales participaron de un trabajo de fútbol reducido con arqueros y dos carrileros, a los costados ,en el que hubo un integrante de cada equipo con la intención de abrir el juego.Por su parte, Gustavo Campagnuolo empezó a hacer trabajos de kinesiología luego de ser operado en el ligamento cruzado anterior y ligamento cruzado posterior de rodilla izquierda. El entrenamiento de hoy será a las 9.30, en Avellaneda.

Mal Clima


Los pobres resultados cosechados en las últimas fechas por el elenco albiceleste, profundizaron la crisis en Racing. Porque a los evidentes conflictos institucionales y económicos que se arrastra en la geatión del gerenciamiento, hace unas semanas, se habían sumado las peleas entre Gustavo Costas y los empresarios que manejan con el fútbol del club. Pero ahora, los cortocircuitos llegaron al plantel, donde no existe diálogo entre los jugadores y se habla de evidentes internas, que generan un panorama oscuro para el futuro.El plantel académico fue constituído a «las apuradas», trayendo lo que se podía, o lo que los empresarios lograban acercar. Por eso, la mayoría de los refuerzos arribaron al plantel de Costas con el campeonato en marcha, y eso generó, una guerra de celos, que saltó a la luz tras las últimas derrotas, pues ahora, en un momento de crisis, quedó al desnudo la falta de diálogo entre los protagonistas.En Racing, hay demasiados subgrupos, y cada uno defiende sus intereses, de manera individual. Por ejemplo, de un lado están los cuatro jugadores que llegaron de Cerro Porteño (Cáceres, Hilario Navarro, Salcedo y Erwin Avalos); del otro, los consagrados, los de mayor experiencia, como Claudio López, Adrián Bastía, Gustavo Campagnuolo, Maximiliano Estévez y José Manuel Chatruc; también, se distancian, los que están «de tránsito», que saben a fin de año o en unos meses, van a hacer las valijas, como Sosa, Nicolás Cabrera, Navia, Pellerano y Bottinelli; y los que exhiben su mayor preocupación, son los juveniles, los surgidos en las inferiores del club, porque ellos son los últimos en cobrar y se sienten marginados en los arreglos económicos con la empresa que gerencia el fútbol del club.Estas internas saltaron a la luz, con mayor evidencia, la semana pasada, cuando los chicos nacidos en la cantera se les plantaron a los supuestos «referentes», para increparlos por el tema del atraso en los pagos de las primas. «Ya hablamos, va a existir un arreglo», fue la respuesta que recibieron, aunque eso les incrementó el fastidio, porque no fueron tenidos en cuenta en las charlas con De Tomaso.Entonces, los juveniles, pidieron «apoyo» de los más experimentados, para hacer un reclamo más firme. «Somos los que menos cobramos y los últimos en enterarnos de los pagos» fue la frase que lanzó un juvenil, molesto, como otros, porque se sabe que hay contratos «especiales», con jugadores que tienen prioridad (y garantías bancarias) para percibir sus salarios, porque así lo establecieron en sus vínculos con Blanquiceleste

domingo, 4 de noviembre de 2007

A 40 Años de la GLORIA



Hoy se cumplen cuarenta años del momento más importante en la historia deportiva de Racing, pues el 4 de noviembre de 1967, el club de Avellaneda tocaba el cielo con las manos, al vencer, en Montevideo, al Celtic de Escocia por uno a cero. Y esa imagen, en blanco y negro, recorrió el mundo, con sus jugadores abrazados a la Copa Intercontinental, que por primera vez conseguía un conjunto argentino.Era «El Equipo de José», de Juan José Pizzuti. El conjunto de las hazañas. El que consiguió el título local en 1966 (con una campaña brillante) y la Copa Libertadores y la Intercontinental, al año siguiente.Racing llegó al primer plano mundial luego de obtener la Copa Libertadores, venciendo en un encuentro desempate (disputado en Santiago de Chile) a Nacional de Montevideo. Unos meses después, tuvo que enfrentar al Celtic de Escocia. En el primer encuentro, en Europa, ganó el local por uno a cero. En la revancha (en el estadio Presidente Perón) se impuso la Academia por dos a uno (goles del Toro Raffo y el Chango Cárdenas). Entonces, llegó el cotejo definitorio, en Montevideo, el 4 de noviembre de 1967. Y el golazo de Juan Carlos Cárdenas, que valió un título del mundo.Sobre los choques con el elenco europeo, Humberto Maschio, le explicó a Racing.com.ar: «Los partidos con el Celtic siempre van a ser muy recordados; y por suerte, nosotros pudimos quedarnos con la copa, pero fue muy difícil, es que ellos tenía en un gran equipo. Y tengo que ser sincero, allá en Escocia nos dieron un baile bárbaro y por eso el 1 a 0 nos terminó dejando conformes, porque pudo haber sido peor. Después en la cancha de Racing, jugamos mejor y pudimos ganar. Y el tercer partido fue el más trabado de todos, sin muchas situaciones y por suerte el Chango marcó ese golazo, y pudimos festejar». La conformación del equipo, de parte de Juan José Pizzuti, resultó milagrosa, porque fue reclutando jugadores, de donde podía, para sacar a Racing de un profunda crisis futbolística y económica. A partir de 1965, para ello, promocionó a algunos juveniles, cambiándoles el puesto, porque Perfumo pasó de seis a dos, el Panadero Díaz, se seis a tres, y el Coco Basile, de cinco a seis. Además, llegaron libres de Boca Juan Carlos Rulli (podía actuar de ocho o de cinco) y Juan José Rodríguez; mientras que Miguel Angel Mori, cruzó la vereda desde Independiente, en parte de pago por la operación de José Pastoriza; a Jaime Martinoli se lo pidieron a Banfield (donde el DT había jugado y tenía contactos) y Nelson Chabay llegó de Uruguay, como defensor suplente calificado, para todos los puestos del fondo.El único gran refuerzo, de jerarquía, fue el Bocha Maschio, quien había triunfado en Europa: «Con Pizzuti, fui compañero de equipo y en los años que estuve en Italia seguí manteniendo contacto a través de las cartas y cuando me propuso volver no lo dudé», relató. Entonces, con estos matices, no había duda de que el cerebro del equipo iba a ser Humberto Maschio, quien recordó, con sinceridad: «el plantel se formó para salvarse del descenso porque hasta la llegada de Pizzuti la situación no era buena. Pero José se la jugó por muchos pibes, que después demostraron tener una personalidad bárbara, más la llegada de algunos más grandes, como yo».El uruguayo Nelson Chabay fue héroe de Racing en su propia tierra, porque si bien alternó en la formación titular, en el choque con Celtic, le tocó jugar desde el arranque por la ausencia del Panadero Díaz: «fue el logro máximo que tuve en el fútbol, sin dudas. Pese a que pudo desarrollar una trayectoria bastante importante, como jugador y como técnico, la Copa Intercontinental fue lo máximo, para mí. Fue la cima de la satisfacción, personal y colectiva», dijo.
Antes de los logros internacionales, en 1966, Racing ganó el título local, completando un record que solo pudo ser derrotado en 1999 por el Boca Bianchi, porque los dirigidos por Pizzuti, acumularon 39 cotejos sin perder. Y de a poco la llama de la gloria se fue apagando, porque en 1968 a la Academia se le negó el título local en el triangular con Vélez y River, y hasta este presente, en cuarenta años, pasó de todo: la quiebra, el descenso, de debacle deportiva e institucional, con apenas dos excepciones: la Supercopa de 1988 y el Apertura 2001, ganado de la mano de Mostaza Merlo.

Sin Reacción


El hombre propone y el fútbol dispone. El entrenador planifica, los futbolistas ejecutan. Los cultores de la táctica aseguran que la estrategia es fundamental a la hora de encarar un partido de fútbol. La verdad eterna dirá que los jugadores, con su talento y el grado de lucidez con que hayan amanecido ese día, son los que definen la letra con que se escribe cada capítulo de la historia del juego.Racing y Boca tenían un plan, pero la victoria para el Xeneize se empezó a tejer desde un golazo fabuloso de Neri Cardozo, de esos que no se pueden planificar. Pero el equipo de Costas no contó con ese plus, con ese destello de calidad para equilibrar los méritos.No sólo eso. A los dos minutos del juego, Racing recibió una noticia que lo desestabilizó potencial y anímicamente. Su carta de gol, Facundo Sava, se lastimó; el proyecto de Gustavo Costas se resquebrajó habida cuenta la conocida dependencia que tiene Racing de su goleador.Y hubo más. El técnico resolvió mandar a la cancha a Erwin Avalos en un delantero por delantero. Es más, el paraguayo estaba parado junto a la línea de cal cuando Sava le pidió al DT que le permitiera jugar unos minutos más, para probar.Ese tiempo (casi diez minutos) fue suficiente para que Costas reflexionara y cambiara su determinación. Le dijo a Avalos que volviera a sentarse y mandó al campo a Domingo Salcedo, buscando que fuera quien asistiera al Piojo López y a Sebastián Arrieta, quien había arrancado en el medio y, desde allí, pasó a ser delantero.Racing logró mantener el invicto de cada primer tiempo, pero no encontró volumen de juego ofensivo. Con el ánimo afectado por el imponderable, la Academia dejó en evidencia que se sentía herido. Y los goles de Boca, aprovechando ese detalle y la desconcentración defensiva del local en el inicio del complemento, no tardaron en llegar.El pequeño castillo de naipes que había construído Racing aguantando el cero en el arco de Navarro, se derumbó y con él, el plan de emergencia de Costas. Ya 0 a 2 abajo, deshizo su intento del primer tiempo y sacó a Salcedo (esta vez sí ingresó Avalos), pero ya era tarde. Nada cambió.Tampoco se sabe si algo hubiera sido diferente si Sava no se lesionaba o si Costas le hacía caso a su primer pálpito y mandaba antes a Avalos. Pero el fútbol es así: todo se puede proyectar, pero al final los jugadores escriben los veredictos. Los técnicos proponen y los futbolistas, como siempre, disponen. Por suerte, para la salud de los que amamos el juego y su pureza de potrero

viernes, 2 de noviembre de 2007

Esperando a Boca


El técnico de Racing, Gustavo Costas, ya tiene todo definido para el clásico de mañana ante Boca. La formación será la siguiente: Hilario Navarro; Franco Sosa, Cáceres, Cabral y Gonzalo García; Romagnoli, Pellerano, Bastía y Arrieta; Facundo Sava y Claudio López.Es decir, un solo cambio, en relación al equipo que viene de perder uno a cero ante Argentinos Juniors, porque Sebastián Arrieta reemplaza a Erwin Avalos, aunque ello deriva, también, en la modificación del esquema, pues Costas pasará de un 4-3-3 a un 4-4-2.Luego del entrenamiento matinal de hoy, los jugadores quedarán concentrados para el clásico. Además de los once titulares, Costas citó a Martínez Gullotta, Mercado, Claudio Yacob (recuperado de un desgarro), Matías Sánchez, Salcedo, Estévez, Navia, Malano y Avalos.
El entrenamiento de ayer se realizó en Avellaneda, donde los titulares se concentraron en los ejercicios de pelota parada, tanto en defensa (para controlar a Palermo y compañía) como en ataque (donde Sava siempre se destaca). Después, avanzaron sobre movimientos de velocidad y practicaron definiciones, ante los arqueros.
Los lesionados estuvieron aparte, con el kinesiólogo. José Manuel Chatruc tiene para dos semanas más, por una distensión, aunque dijo que «espero poder jugar un rato antes de que termine el campeonato».