sábado, 25 de abril de 2009

Punto Sobre la Hora

Será el influjo Caruso, nomás... Porque no hay otra explicación para que este Racing acostumbrado a los oprobios, a las angustias, al sufrimiento y a la mala fortuna, dibuje un final de película de este tipo. Con un gol sobre la hora que vale un empate en los números pero mucho más en el ánimo de ese grupo que tiene muy claro cuál es la pelea. Con el agregado, para bronca de San Lorenzo, que fue en un quinto minuto adicionado cuando Sergio Pezzotta sólo había dado cuatro. Así, agónico, angustiante, sufrido, como le gusta a la gente de Racing.No había hecho méritos en los 90 minutos. En realidad, ninguno había hecho demasiado. Racing, suelto de piernas tras los últimos tres triunfos, se animó a jugar un poco más y dominó la pelota durante un buen rato. Pero enseguida se dio cuenta hasta dónde le daba la magia. Y, entonces, se animó un poco más San Lorenzo, apareció Santiago Solari con algunos chiches y tiros al arco, suficientes para convertirlo en el mejor de la cancha. y se fueron al descanso con dos ceros. Es cierto: a ninguno le disgustaba el numerito. San Lorenzo lograba, al fin, mantener el arco invicto en un partido en este Clausura y Racing sumaba otro poroto para llegar a fin de junio. Pero...En el segundo tiempo, después de que Castroman se comiera un mano a mano increíble con Hilario, Racing empezó a retroceder más y más, tal vez sin quererlo incluso, y a un San Lorenzo que tenía como prioridad mantener el arco en cero no le quedó otra que ir a ver qué pasaba del otro lado de la frontera. Y lo tuvo con un tiro de Adrián González que desvió la otra gran figura de la tarde, Migliore, y luego al mismo Adrián se le fue un zurdazo a las nubes tras una genialidad del Indiecito y, al final, fue el mismo Solari quien se encargó de clavar el 1-0 con un golazo para regalarle un debut perfecto a su ex compañero en Inter y la Selección. Racing, sin la furia de otras veces, sin magia, sin agresividad, parecía condenado a otra frustración. Pero, claro, tiene un C...aruso así de grande.

domingo, 19 de abril de 2009

Luchó, Sufrió y Ganó

A ocho puntos de Vélez, único invicto, líder y firme aspirante a la corona del Clausura por riqueza de plantel y funcionamiento -aun intermitente-, Racing se le anima a la pretensión de figuración. Stop. Después de aquella paliza en Victoria sirvió para transformar a una formación a la que todos se le animaban en un cuadro desagradable, arte áspero al que no es grato enfrentarse.Banfield lo padeció, sobre todo en los primeros 20 minutos, cuando el local metía fricción en el medio, salía rápido a ocupar posiciones ofensivas y la defensa se alejaba de Migliore. Pero el gol prematuro, en el que mucho tuvo que ver esa voluntad para dejar la piel como jirones (Zuculini se raspó para recobrar una bola que se perdía por la banda derecha, y de ahí surgió la combinación Lucero-Lugüercio que acabó en el festejo), operó como anestesia, en un revival masoquista del duelo contra River, dos semanas atrás. Sin embargo, hubo dos diferencias: por la persistencia de dominio y frecuencia de llegadas, anoche padeció más que en el clásico. Falcioni había prometido garrote y no faltó a su palabra. Por despliegue de sus volantes y los metros que ganaban los defensores a sus espaldas, Banfield hacía una transición veloz y convertía en Migliore en un asunto insalvable. Al visitante no le sobra paño para la elaboración, pero más desnudo anda en la definición. La figura de Migliore es directamente proporcional, sin que esto suponga un menoscabo, a las deficiencias que Banfield mostró adelante. Hay, a la vez, un detalle que reconocerle a Racing: en estos tres triunfos encadenados, algo que no lograba desde el Apertura 2007, pocos rivales se le han plantado pie a pie a su arquero. El padecimiento ha tenido forma de pelota por aire y de remate lejano. Racing se multiplica en sus afanes, exhibe el milagro de la resurrección individual y colectiva (¿cuántos, como los ahora ovacionados Wagner y Aveldaño, habían sido desahuciados por Llop?), pero peca en su egoísmo. La elección de Caruso, la de la defensa extrema, no es tal. Difícil creer que al obsesivo de Richard se la escape la comprensión de los riesgos que supone pararse tan atrás. Lo que sí elige el DT, como ya se señaló ante River, es intérpretes inadecuados para ejecutar la contra. Jamás será Caballero el nueve que, por rapidez y exactitud, le sirva a Lugüercio como descarga. Y Lucero, con su liviandad, tampoco parece el volante apto para ese menester. ¿Y...? ¿En qué fecha toca con Vélez?
Después del tercer triunfo al hilo y de sacar 13 de los últimos 15 puntos se puede caer en el error de dar el paso más largo de lo que permite la pollera. Hay que serenarse y recordar que pasó menos de un año desde la Promoción que Racing tuvo que jugar para mantener la categoría y, aún más grave y fresco, hace unas fechas este equipo iba camino de reencontrarse con el mismo destino. Para el hincha es difícil contenerse y no espiar a Vélez, pero con sólo repasar este nuevo 1-0 es evidente que a los guerrileros de Caruso no les sobra nada. Otra vez jugaron el primer tiempo y, después, a la trinchera. La segunda parte es sólo luchar, sin la mínima esperanza de sacar una contra que termine con el sufrimiento. Deja crecer al rival, un defecto que parecía haberse corregido en Rosario. Pero éstos son apenas detalles.

lunes, 13 de abril de 2009

Ganó una Final

El partido se presentó como se lo imaginaba en la previa: muchos nervios, mucha fricción, pero poco fútbol. Dentro de este panorama, Racing fue durante el primer tiempo y gran parte del segundo, a excepción de los últmos minutos, el equipo que tuvo más peso y dominio dentro de la cancha.Los dirigidos por Caruso Lombardi presentaron una sólida saga defensiva, en la cual Aveldaño y Sosa fueron quienes más sobresalieron dentro de un cuarteto que nunca afrontó momentos de gran complicación y que se encargó de anular a la ofensiva local, y en especial a Caraglio, durante gran parte del juego.El mediocampo participó de una lucha que por momentos se tornó y en la cual mantuvo el criterio apropiado para replegarse y marcar cuando Rosario Central atacaba, y desplegar el juego hacia el ataque cuando la ocasión lo ameritó.Arriba, a pesar de lo aislados que por momentos se los notó a González como a Lugüercio, los delanteros se las arreglaron de todas formas para complicar a la defensa rosarina. Justamente el delantero platenese, fue quien contó con varias chances de gol aunque en ninguna pudo estar certero en la definición.Luego de un primer tiempo con ocasiones repartidas, pero con las más claras a favor de Racing, llegó un complemento donde las impresiciones y el nerviosismo no cesaron, principalmente en el lado local y que se acentuaron luego del gol de tiro libre de Sosa. A pesar de los cambios y la presión de su gente, Central no consiguió en ningún momento doblegar la sobriedad de un visitante que, con la ventaja a favor, jugó de manera más relajada e hizo circular la pelota. Durante los últimos diez minutos, los rosarinos arremetieron con el último aliento e pos del empate y fue en ese momento donde apareció la figura de Migliore para quedarse en sus manos con un puñado de ocasiones que no llegaron a lograr su cometido.

sábado, 4 de abril de 2009

Puro Esfuerzo

Otra vez, como sucedió en los últimos tres partidos, la voluntad volvió darle resultados a un plantel que no encontraba réditos a pesar del vigor que demostraba. Hoy ganó el clásico frente a un River que venía a buscar la punta al Cilindro con mucho coraje. No fue lo único que obtuvo. Estiró la producción de puntos que le dan aire en los promedios con el pecho bien inflado, por tercera vez consecutiva terminó con su arco invicto, sumó variantes con jugadores que habían jugado poco o nada, como el caso de Lluy y Zuculini, fue efectivo al llegar al arco rival con un Lugüeeercio en alto nivel, afianzó a Aveldaño y Martínez en la zaga central y, sin ánimos de redundancias, bajó a un rival de categoría. Muchos aspectos positivos y todavía falta elevar el rendimiento futbolístico de buen juego, el ofensivo, con lo que el panorama es alentador.Un poco de ese ímpetu de ataque tuvo en los primeros minutos, bah, prácticamente en todo el primer tiempo, cuando presionó más allá del mediocampo para cortarle la elaboración y avanzar con el rival en retroceso. Así, en la primera media hora se acercó al arco mientras que River no generó peligro. La claridad no estuvo del lado de la Academia cuando llegó, pero los intentos fueron riesgosos. En uno de ellos, Lugüercio empujó al gol luego de una pelota parada y estalló el Cilindro. Hasta ahí, en esa cuestión de lo merecido, se podía hablar de justicia, con su desprolijidad, Racing fue el que propuso y llevó a cabo el juego ofensivo.Tan abrumador fue el despliegue de los dirigidos por Caruso Lombardi que por momentos el rival no parecía River, y menos uno que buscaba la punta. Sin embargo, en la segunda parte, los visitantes hicieron recordar eso. Empezaron a meter a Racing en su arco al controlar el mediocampo, buscaban variantes por los costados y comenzaron a encontrarse entre sí sus futbolistas de calidad. Ahí surgió el esfuerzo defensivo de la Academia para frenar, cada vez más cerca de Migliore, al contrario. Justamente el arquero, de actuación sólida, tuvo un par de intervenciones brillantes que impidieron el empate. Llegó la segunda amarilla para Caballero, con un hombre menos se complicaba. De todas formas, salvo algún cabezazo o rebote dentro del área, no hubo grandes sofocones. Claro que reinó el sufrimiento, pero también la concentración de un grupo de jugadores que se quedó con la victoria, merecido tributo a tanto esfuerzo. Racing bajó a River y sigue de levantada, eso es para festejar.