lunes, 29 de septiembre de 2008

Empate a Puro Gol

Hay un nuevo Racing, asentado en su precariedad pero consciente de su lucha con Llop al borde de un ataque de pelos.
Moralez es un muy buen jugador, en envase mini, que aprovechó un piso rápido, sacó a bailar a medio River (Gerlo fue su mejor compañía) e hizo jugar a todo Racing. Inteligente, fue Moralazo porque buscó los espacios donde mejor desnivelar y por eso lamentó como ninguno la salida de Paco.
Martínez Gullotta se enojó con él mismo incluso antes del gol de Buonanotte. La obvia misión de cualquier arquero es atajar, aunque hay algo que no se ve pero se advierte y es cuando el que está en el arco transmite seguridad. Ayer, Wally no generó esa sensación.
A Racing el punto le puede caer mejor, pero se va a lamentar el partido que se le escapó de las manos.
Fue un partidazo, con el aliado que siempre es el agua para agilizar jugadas, dinamizar el juego y darle espectacularidad a situaciones que en campo seco podrían ser normales.
No lo ganó Racing por las fallas de su arquero y cierta inmadurez para manejar momentos. Fue muy bueno lo que hizo por las bandas con Leandro González (jugó un primer tiempo de Selección) y Lucero, y el esfuerzo general. Le faltó darle el golpe de gracia a un rival herido y que el paraguayo Cáceres fuera lo confiable que generalmente es en el juego aéreo (perdió en los goles de Salcedo y Quiroga).
Pese a los errores defensivos, los de Avellaneda dejaron una muy buena imagen. Nadie duda de que jugando de esta manera son más los puntos que se van a ganar de los que se van a perder. El lema «todos corren, todos luchan» sigue en pié. La identidad futbolística sigue en construcción, por vías que la están llevando a buen puerto. El problema del equipo es conocido por propios y extraños: la falta de recambio, más que nada en puestos vitales, como ser el 9 de área. El viernes, ante Rosario Central, habrá que corregir algunos aspectos para conseguir la victoria y hacer valer este empate en el Monumental.

domingo, 21 de septiembre de 2008

Para Despegar

Con el corazón en la mano, Racing celebró una victoria muy valiosa ante Estudiantes. Fue mejor que su rival, dominó durante buena parte del juego y ganó sin discusiones para sumar tres puntos vitales para consolidar su promedio y salir del fondo en la tabla del torneo.Tras la injusta caída en Mendoza, Racing dio una muestra de entereza anímica recomponiendo su imagen de equipo y mostrando que está en condiciones de entrar en el camino del crecimiento colectivo. Con entusiasmo y decisión los de Llop salieron resueltos a asumir el protagonismo, apuntalando su idea sobre la producción de Maxi Moralez, conductor electrizante de cada avance.La fórmula del juego quedó establecida muy pronto: Racing tenía un plan y lo llevó a cabo ante un Estudiantes que no sabía qué era lo que debía hacer y, para cuando sus jugadores empezaron a conocerse, el partido ya estaba 2 a 0 en favor del local que bien temprano pegó su primer golpe: corrida de Moralez por la derecha, centro pasado al segundo palo por donde apareció muy libre Lucero para meter un cabezazo alto e implacable que Andújar no pudo detener.El gol no provocó la reacción de Estudiantes que, impreciso y sin espacios, expuso un alto grado de impotencia al que le agregó fricciones y entradas a destiempo. Racing mantuvo sus bríos y siguió empujando, dominando la mitad de la cancha y asfixiando cada intento del rival.Y esa ambición de Racing tuvo su premio apenas pasado el primer cuarto de hora, cuando Shaffer trepó por la izquierda y mandó un centro rasante que encontró bien despierto a Sánchez Sotelo para puntear el balón en el primer palo y aumentar la ventaja.Estudiantes nunca logró zafar de la telaraña que tejió Racing en zona defensiva por lo que tuvo muchos problemas para generar peligro. Racing parecía estar más cerca del tercero que Estudiantes de descontar. Es más, lo tuvo una vez Sánchez Sotelo y también Maxi Morales con un lindo tiro libre que Andújar mandó al corner. El espectro del juego cambió ni bien arrancó el segundo tiempo. Benítez trepó sobre la izquierda, cedió a Galiana quien remató de zurda (la pelota se desvió en la espalda de Shaffer) y se metió contra un palo para achicar la diferencia.Entonces creció el fervor de Estudiantes, entró Boselli y ya Racing no fue dueño de la escena, aunque siguió con orden defensivo y complicando los intentos de la visita. Pero faltaba mucho y había que aguantar. Un cabezazo de Boselli se fue muy cerca del palo; el Pincha coqueteaba con el empate ya con Moreno y Fabianesi en cancha y asumiendo más riesgos. Pero el reloj empezó a jugar para Racing que con un generoso despliegue en todas sus líneas se las ingenió para no pasar sobresaltos. Los minutos pasaron, Estudiantes cada vez tenía menos fuerza y, en contraposición, Prichoda estuvo a punto de anotar el tercero con un cabezazo que se fue muy cerca.

miércoles, 17 de septiembre de 2008

En el último Minuto

Seguramente, aunque le cueste reconocerlo ante los micrófonos, Juan Manuel Llop debe estar muy arrepentido en haberle dicho a Facundo Sava que no iba a ser tenido en cuenta. Es que, si bien es cierto que en el momento en el que se le comunicó el DT tenía la promesa de que llegarían refuerzos para el ataque, ahora Racing anda carente de un referente de área, función que bien supo cumplir el Colorado. Porque, no hay dudas, este es otro equipo muy distinto al del campeonato pasado y al de las dos primeras fechas, pero produce mucho y concreta poco. Ya le había pasado frente a Independiente y Tigre y, le volvió a ocurrir en Mendoza, donde no supo lo definir y, en el final, Godoy Cruz se llevó la victoria 1-0 con un gol de tiro libre de Figueroa (con complicidad de Martínez Gullota).
Ya tiene cierto volumen de juego Racing, ahora anda buscando goles, los que se llevó el Colorado Sava a Arsenal. O los que iban a venir y no vinieron... En fin, de una u otra manera, Llop tiene un problema que resolver.

domingo, 14 de septiembre de 2008

Faltó el Gol

El factor suerte puede torcer un poco para allá o un poco para acá, pero no más. Sólo el tiempo, entonces, ubicará a Racing en esta escala. Consumido el primer cuarto del torneo, el balance numérico habla de un 33% de puntos obtenidos, cinco de 15: pocos para un equipo que necesita muchos porque así lo requiere la lucha anti-descenso. Sin embargo, la sensación térmica va a contramano y dice que este Racing de Llop se está acomodando y camina lento. El diagnóstico indica algunas certezas que deberá pugnar por superar, como la falta de gol. Y vaya que tendrá que esforzarse y aguzar los sentidos para conseguirlo, porque de los goles depende ganar o no. Por eso, en cierto modo, sólo empató con Tigre. Porque las que tuvo no supo resolverlas, al igual que tantas otras a lo largo de estos cinco partidos que lo tiene con apenas dos goles a favor, uno de ellos -ante Argentinos- con el que sumó por única vez de a tres. Pero, en tanto, va reforzando ideas y tratando de forzar realidades. Jugando por abajo, apostando a la agresividad para recuperar la pelota en campo rival aunque a veces se atolondre y pase del vértigo al torbellino. Interesante la posición de Maxi Moralez, con gran despliegue para aparecer por cualquier lado, pedirla siempre y buscar el desequilibrio. Lo mismo que el ir constante por las bandas de los volantes. Tigre -que pareció conformarse rápido con la igualdad en Avellaneda- lo padeció, en especial en la primera etapa. En la segunda parte Racing se taró y el tiempo que se agotaba le agotó las piernas. Encima, la roja a Mercado -cuatro minutos después que la de Castaño- apuró las tablas cuando Racing se predisponía a sacar provecho del hombre de más. Pero fue hasta donde pudo, hasta donde le dio el cuero. Mañana, quizá, dé un pasito más.

lunes, 1 de septiembre de 2008

Tres Puntos y Algo Más

Fue algo más que un simple triunfo el que logró ayer la Academia en el complicado estadio de La Paternal. Rompió rachas de todo tipo y color. Primero que nada hay que mencionar que logró la primera victoria del campeonato pero no solo eso, sino que además rompió una serie de 12 partidos sin éxitos fuera de casa (la última había sido en la fecha 16 del Apertura 07, 3 a 1 a Gimnasia en La Plata) y le ganó al Bicho por primera vez en el Diego Maradona (también marcó el primer gol en 4 presentaciones) en donde le cortó al local un invicto de nada menos que 17 partidos. Además de cortar rachas y series, el equipo del Chocho pudo ganar y sacarse, en cierta forma, el trago amargo que había significado empatar ante Independiente en el clásico tras haberlo dominado totalmente en los 90 minutos de juego.Por el envión del empate con gusto a más en el clásico, o porque a falta de figuras bueno es el sacrificio colectivo, o porque entendió rápido que sólo con esa garra y ese corazón será posible no repetir la pesadilla del año pasado, o por todo eso junto, Racing obró un milagro en La Paternal. O varios. No sólo el milagro de la multiplicación de la piernas para correr, meter y raspar hasta someter al rival. Sino, sobre todo, consiguió ese otro milagro de convertir un gol y ganar por primera vez en esa cancha tras cinco partidos con frustraciones. O, sin tantos detalles, sencillamente el milagro de ganar. En la ley de estos tiempos que le tocan vivir: poniendo todo.
Sin Maxi Moralez, y esa defensa que no extrañó la ausencia de Cáceres y tampoco dejó pasar ninguna visita al área de camisetas rojas, desde ahí atrás ganó confianza, Racing, pero lo bueno lo siguió modelando en la mitad de la cancha con el sacrificio y los botines filosos de Zuculini y Yacob. Donde Peñalba, Ortigoza o Mercier trataban de hacerse salida, enlace entre la pelota que venía de atrás y los puntas que esperaban adelante, ahí mismo cortó Racing. De raíz. Al límite. Y bastante más allá también, gracias a la permisividad de un Sabino que perdió el control del partido enseguidita, nomás. Para redondear el austero plan de Racing, que hoy sabe que para más no le da el sueldo, faltaba un gol. Y lo encontró la primera vez que un delantero pisó el área con intenciones serias, con ese movimiento veloz de González, rápido para buscar la segunda jugada cuando el remate de Lucero todavía no era un rebote infantil. Cuando lo fue, y el punta lo pescó, el plan cerró a la perfección.
Los minutos pasaban y todo seguía igual: el conjunto local iba pero no generaba demasiado peligro y la Academia apostaba a la contra. En los últimos 15 la Academia aguantó bien ya que el Bicho no volvió a inquietar a Gullotta, y luego de cinco largos minutos añadidos por Sabino el partido terminó y Racing se llevó los tres puntos. Tres puntos que renuevan la esperanza del hincha y que le otorgan una importante confianza al plantel y al Chocho. Si se quiere, se puede. Si se quiere, la promoción quedará bien lejos...