lunes, 15 de marzo de 2010

Puro Sufrimiento

Después del gran triunfo en la Bombonera era casi cantado este traspié. La historia, ningún secreto para nuestros ojos, es conocida. Una bien, una mal. Una de cal, otra de arena (o cemento). Así es Racing. Todas las virtudes exhibidas en La Boca se transformaron, pésima edición de por medio, en defectos. La solidez defensiva se convirtió en una invitación a atacar poniendo tres defensores justo cuando volvía Ayala. Y la culpa no es del Ratón, sino del que le sacó la jaula protectora de la línea de cuatro. Lugüercio pasó de ser un aceptable enganche a una versión inconclusa de un triple cinco que apenas acertó el centro que terminó en penal a Bieler. Miguel Angel Russo pensó bien la mitad del partido: tapar el medio productivo del rival con generosa cantidad de volantes. Pero para eso desarmó atrás metiendo con forceps a los tres puntas. ¿Y los cambios? Bien, gracias. Se sabe que no cuenta con mucho recambio, pero no meter mano fue grave. En el segundo tiempo, el equipo manejaba la pelota con dificultad. Faltaba alguien que le diera un destino más acertado a cada pase. Y Grazzini merecía un espacio. Con el 0-0 se imponía su ingreso por un cansado Lugüercio. Y con la derrota era una obligación... A un equipo le puede ir mal por diversos factores, aunque jamás por inacción de su entrenador. Lo del penal fue otro desacierto generalizado. Si Bieler tiene la moral tan alta que lo lleva a prenderle cartucho desde 30 metros, ¿cómo no dejarle patear desde 12 pasos? Perdón, Francella: no te merecías algo así. La otra academia te dio una justa alegría. Esta, sólo desparrama sufrimiento.

lunes, 8 de febrero de 2010

Dura Caída

¿Algo más podía salir peor para Racing? La lista extiende el pánico: se llevó cuatro de Arsenal, que en las dos primeras fechas no había convertido, con seis tantos en su propio arco; profundizó los defectos expuestos en el arranque del torneo (incluso en la victoria ante Central); padeció la lesión de Licht, uno de los refuerzos, en el último instante y en una maniobra sin roce, y con el resultado propio y otros ajenos, quedó en la frontera del descenso. Hay más para el desencanto: su desempeño, ahora con intérpretes de mayor trayectoria a los que se había acostumbrado, promueve el pesimismo. Previsible para el que está enfrente, Racing allana caminos. Ayer dejó espacios generosos detrás de los dos volantes dispuestos para la contención (Falcón y Lucero), cuya permeabilidad se podía presumir por las características de ese dúo, diferente de lo que puede ofrecer. Con pases rectos de diversas longitud (el 1-1 llegó de un rechazo cerca del área visitante), Arsenal quebró esa línea y expuso a Martínez y Ayala al martirio de Jara. El cordobés, una inversión que Benfica ya se aseguró, sacó de paseo a esa dupla por velocidad, dominio y físico. Obolo contribuyó con aportes de tipo de área. Fue, para el Ratón, una rápida introducción a un fútbol del que se había ausentado por década y media. Esta vez, Racing estuvo más abierto por el centro que por las bandas. Es casi un detalle: a este ritmo se le hará arduo que su arco termine sin daño.Y también le costará sacarle provecho máximo a las incorporaciones ofensivas. Vivas, luego del 1-2 con Colón, había admitido debilidad en el funcionamiento por ausencia de un conector. Ayer no le funcionó Lucero, buscó con el retroceso de Castromán (de lo mejor en el tenue colectivo de la Acadé, con algunos rasgos del que supo impresionar en Vélez) y, sin abastecimiento preciso y frecuente, terminó por forzar el retroceso de Hauche. No es lo mejor porque al Demonio lo tienen registrado, con marca reforzada en la partida y una armada que lo espera en caso de superar la primera valla. Bieler es otro que padece. Pero no se nubla: a Hauche lo asistió en el 2-1 como a él deberían nutrirlo.El 2-2, a casi a los 30 del segundo tiempo, nació de un remate lejano de Galván cuando el control parecía asegurado. Más grave aún, pues en un poquito más de un cuarto de hora Racing ya no estuvo de oferta, sino de regalo. Hay mucho para revisar. Por ahora dispone de tiempo.

martes, 2 de febrero de 2010

Caída en el Cementerio de los Elefantes

Las advertencias de no subirse a las nubes, de intentar volar bajito al menos por las primeras fechas, no hicieron oídos sordos en el Cementerio de los Elefantes. Porque Vivas, más allá del fondo de su conciencia en el post partido ante Central, ya lo había dicho. Ya había asegurado que no quería entrar en el tren que va por las vías, por el caminito derechito, de los que pelean el campeonato. Porque sufrir decepciones es duro, y más todavía si en el mundo futbolístico no rueda otro nombre que el de su Racing maratónico, con pinta de mecanizado, que hizo furor en el albor del Clausura. Quizá la prueba de la cachetada era lo que el propio técnico racinguista quería ver antes de colgarse la chapa de candidato en el cuello. Y Colón se la pegó, con un Bertoglio espeluznante que dejó un surco en la derecha, que se embaló más de una vez –el gol de Fuertes fue producto de un jugadón del pibe que usa la 18 pero con acento a 10-, y un Lucero venenoso que cuando agarraba la pelota se atrevía a desafiarle la espalda a toda la línea de volantes y patear sin remordimientos. Tanto, que definió otra gran escapada de Bertoglio, de lo mejor del partido, de manera impecable. A esta altura, cuando la Academia ya se vio 2-1 abajo, apareció lo que parecía una cuenta saldada ante Central: el desorden. Es que Wagner se había ido y Ledesma era incapaz de ordenar el mediocampo, los puntas ya no la recibían clara y Hauche tenía que tomar el mando para abastecer a un Bieler estático, de fácil caída en el offside. Por la banda, Licht ya había dejado de tirar rabonas y pasar al ataque, y Lluy hizo que Mercado se extrañara demasiado. Racing era un desbarajuste y Colón aprovechaba. Le explotaba los espacios al máximo, le tocaba la pelota hasta el punto del estorbo, de la frustración. Una inflación atacó a la Academia. Una inflación de fin de semana que generó espejismos. Por eso Vivas no quería subirse al tren. Porque Racing llegó agrandado y salió a por todo en los primeros minutos. El porcentaje de ego creció mucho más con el error de Pozo. Racing se olvidó, en algún lugar de su memoria habrá quedado, de que, si bien un tropezón no es caída, llegar al Cementerio de los Elefantes con el pecho demasiado inflado juega en contra. Ahí, hasta los más grandes, hasta los más prometedores, caen.

sábado, 30 de enero de 2010

Academia de Goles

Los refuerzos de categoría que arribaron emitieron una presión que podría ser perjudicial para Racing. Pero no, la Academia superó con creces su primer examen, derrotando 3-0 a Rosario Central y dejando en claro que es un serio candidato a quedarse con el título. Lugüercio, Martínez y Bieler, los autores de los goles. Desde el vamos, Vivas estableció un planteo para ir a buscar los tres puntos, con Hauche y Lugüercio bien arriba, para asistir a Bieler, el tan esperado goleador. En la primera parte, el partido se hizo de ida y vuelta, el equipo de Avellaneda buscaba por los costados y tenía sus llegadas, pero Central no se quedaba atrás y también merodeaba cerca del arco de De Olivera. Finalmente, a los 39 minutos, Lugüercio se metió en el área, y luego de rematar, tuvo la fortuna de que la pelota se desviara en un jugador del Canalla y se le metiera en el arco a Galíndez. El Payaso marcó el primero y desató la ovación de toda la hinchada de Racing. Minutos más tarde, Matías Martínez aprovechó una desconcentración de la defensa rival, y metiéndose por el medio, estampó un buen cabezazo para darle el 2-0 a los de Avellaneda e irse relajados al descanso. Ya en la segunda mitad, Vivas mantuvo a su equipo en ofensiva a pesar del resultado favorable, y aunque sufrió algunos sobresaltos, en los que De Olivera respondió de buena forma, fue claro dominador de la pelota y del juego, haciendo casi imposible pensar que Central lograría alcanzar la igualdad. A falta de 15 minutos para el final del partido, los hinchas pudieron apreciar la fórmula con la que soñaban antes del comienzo del torneo: Hauche agarró la pelota pasando mitad de cancha y realizó un impecable desborde, con lujo incluido, para tirar de zurda el centro atrás y que Bieler definiera tirando la pelota contra la red. 3-0 y todo liquidado para la Academia de Avellaneda. Racing demostró que la chapa de candidato no le pesa, y que el dinero invertido en refuerzos (todavía espera por la confirmación del Ratón Ayala) no fue en vano. Tanto Licht, como Bieler y Hauche, dejaron una gran imagen en los hinchas, que se fueron de la cancha ilusionados con pelear el campeonato. El único déficit en el que tendrá que trabajar Vivas son algunas desatenciones de la defensa, que parece no acostumbrarse a la línea de tres. Por el lado de Central, no queda más que destacar el empuje de los pibes, que lucharon pero no pudieron contra un rival que fue superior en todo momento. Ahora los dos quedan con la misma cantidad de puntos en la tabla de los promedios, por lo que terminando así, deberían desempatar para ver quien zafa de la promoción.

jueves, 24 de diciembre de 2009

FELICIDADES!!


BRINDO POR LA ACADEMIA QUE ES LA PASION DE MI VIDA
BRINDO POR ESTA GENTE QUE ES LO MAS GRANDE QUE HAY
BRINDO POR LA ACADEMIA Y POR LA GUARDIA IMPERIAL
FELIZ NAVIDAD Y FELIZ 2010
PARA TODO EL PUEBLO RACINGUISTA

lunes, 14 de diciembre de 2009

Despedida Preocupante

En la previa ya lo habían anticipado. Este partido sería una final, ya que los dos equipos se jugaban más que tres puntos, pero en la tabla de abajo, la de los que buscan no perder la categoría. Y Chacarita se agrandó en la más difícil: le ganó 2-0 a Racing en el Cilindro e igualó a Atlético en 19 unidades, aunque los tucumanos juegan su último partido.El conjunto de Gamboa desplegó un juego vistoso, que superó ampliamente la propuesta de Racing. A los 27 minutos, Germán Cano desbordó a Aveldaño en el área, y éste le cometió un claro penal. El encargado de ejecutarlo fue Facundo Parra, que le reventó el arco a De Olivera y marcó el primero de Chaca. Ya en la segunda parte, el mismo Cano definió con un derechazo impecable y a los 35 del complemento estableció el 2-0 final.Además de la superioridad del Funebrero, el partido tuvo condimentos extras, como la expulsión de Alustiza desde el banco, por gritar el gol en el sector de los jugadores suplentes de Racing. Jorge Baliño también echó a otro futbolista del ganador: Daniel Pereira se tuvo que ir por doble amarilla, luego de patear la pelota a cualquier lado cuando correspondía tiro libre para Racing.Chacarita consigue tres puntos de oro, que le sirven para soñar con hacer un buen segundo semestre y quedarse en la máxima categoría. Además, no le ganaba a Racing desde el Metropolitano de 1976, y no lo hacía en la cancha de la Academia desde 1949. Un triunfo con pasado, presente y futuro.Racing parecía haber levantado con Vivas, con dos victorias seguidas. Pero perdió con River el jueves, ahora otra vez y si gana Atlético o Godoy Cruz, terminará el año otra vez en zona de Promoción.

viernes, 11 de diciembre de 2009

La Historia fué mas Fuerte

Dos maniobras con pelota parada, ejecutadas con pie izquierdo, con sello de Passarella, le dieron al Millonario una alegría infrecuente en este Apertura, virgen de triunfos en clásicos. Si la gestión del ex zaguero mantiene semejante grado de eficacia, no habrá sobresaltos para los hinchas, porque River sacó máximo provecho de un par de ocasiones que, en su origen, no llevaban mayor riesgo para Racing. Pero el rival también juega: al Millo la vendría bien enfrentar repetidamente a su hijo más distinguido, al que supera con la sola mención de su nombre. Racing resulta una víctima propiciatoria, dispuesta a poner la cabeza aun cuando el desarrollo del juego esté en sus manos. Poco había hecho el local, apenas el remate de Bou que De Olivera tapó con la cara, antes del lapso de diez minutos en que aseguró la victoria. Dos faltas prescindibles, en especial la de Yacob a Buonanotte, derivaron en tiros libres que anticiparon la sentencia. Lucero puso la mano en el primero, forzó un penal evitable y ahí empezó a cambiar una historia que había comenzado desfavorable para River. El segundo, notable servicio de Abelairas, cerró ese instante fatal de la Acadé, que incluyó cuatro amonestados. Después de eso hubo 45 minutos en los que los de Astrada evitaron apremios, salvo un par de remates de Steinert y otro de Caballero a poco de la terminación, con la certeza de que el espíritu tenue se lo había trasladado al adversario.
Demasiadas contras para un equipo que trata de sobrevivir hasta poder reforzarse, según lo prometido, como corresponde a un equipo grande y no al CEFAR. Un penal no cobrado a Ramírez, otro a Yacob, dos faltas evitables en la puerta del área, un penal tonto de Lucero, más la fragilidad anímica y técnica que impiden dar vuelta un resultado. Quedan varios consuelos. El más importante, que la búsqueda del arco rival es un mandato y no una casualidad. Sin importar terrenos (o chiqueros como ayer), el equipo de Vivas sale a buscar los partidos. Dominaba cómodamente, comía espaldas de laterales con pelotas cruzadas y llegaba con facilidad. Pero no logró sobreponerse a tantos tropiezos. Una pena no sumar contra un rival tan flojo y, que en poco tiempo, podría ser un amiguito más en la lucha eterna contra la Promoción. Ahora hay que cerrar este olvidable torneo con un triunfo a Chacarita para poder llegar a las 20 unidades.