Fue un día distinto en Racing. El protagonista principal fue Hilario Navarro, arquero que tenía todo arreglado para jugar en Racing y que se entrenó en el club diez días a la espera del 1º de agosto, ayer, cuando legalmente podía terminar de firmar su contrato. El problema se suscitó temprano, cuando el jugador correntino de larga trayectoria en Paraguay se fue a hacer la revisión médica en River aduciendo que todavía no había firmado con Racing. Su ausencia en el entrenamiento trajo malestar y varios rumores. Con los lamentos y excusas del caso, por la tarde, uno de los apoderados, Mario Percul, tuvo una reunión con Fernando De Tomaso para solucionar el conflicto y que Navarro se incorpore al club. Sin embargo, el presidente, respaldado por el cuerpo técnico, dijo que no porque no está consustanciado con Racing y porque, con la actitud que tuvo, no puede regresar al plantel, ya que le hará mal al grupo. Entonces, en las dos semanas que quedan para que cierre el libro de pases, se buscará un arquero con tranquilidad.
