miércoles, 29 de agosto de 2007

INCREIBLE


Racing salió con todo a jugar en el Nuevo Gasómetro, sorprendiendo a todos, porque nadie se imaginaba que el equipo de Gustavo Costas saldría a la cancha con ese ímpetu. Al minuto Cristian Pellerano ejecutó un tiro libre desde el sector izquierdo, su remate lo desvió Claudio Yacob y cuando la pelota estaba por ingresar Aureliano Torres la empujó al fondo de la red para poner el 1-0. San Lorenzo sintió el impacto, pero se encontró con un equipo muy firme, que seguía presionando en todos los sectores y se mostró compacto en el fondo y prácticamente no sufrió en el fondo y cuando los de Ramón Díaz atacaron chocaron con Gustavo Campagnuolo. Cuando en el partido no pasaba nada Erwin Avalos sorprendió pegando un cabezazo en el palo y a la jugada siguiente el paraguayo marcó el segundo gol, luego de una excelente habilitación de su compatriota José Domingo Salcedo. Con el 2-0 San Lorenzo se desorientó y más cuando Pellerano, con un remate desde fuera del área, marcó el tercero y parecía que la historia estaba liquidada. Sin embargo, el campeón del torneo Apertura llegó al descuento a través de Andrés Silvera y a los 40 minutos fue expulsado Gustavo Campagnuolo por el árbitro Pablo Lunati, por tomar la pelota con la mano fuera del área, y el resultado pasó a estar más abierto que nunca. Con un jugador menos, con San Lorenzo más cerca, comenzó el segundo tiempo y a los dos minutos Silvera, esta vez de cabeza, puso a los de Ramón Díaz a tiro del empate. Encima pocos minutos después el árbitro Pablo Lunati inventó una falta de Pellerano sobre Menseguez dentro del área, penal y Gastón Fernández fue el encargado de ejecutarlo, pero Martínez Gullotta se arrojó hacia su derecha y lo contuvo sin dar rebote. A partir de ese momento todo fue de San Lorenzo, manejando la pelota, generando situaciones de gol, pero siendo muy desordenado en ataque, algo que favoreció a la defensa de Racing. Los dirigidos por Costas, se dedicaron sólo a defender, pese a que cada vez que cruzaban la mitad de cancha podían generar peligro, porque casi todos en San Lorenzo estaban dedicados al ataque. Y a cuatro del final, de tanto ir a buscar, los de Ramón Díaz llegaron al empate gracias a la cabeza oportuna de Bernardo Romeo, quien entrando por el segundo palo le puso justicia al marcador. En la agonía del partido, otra vez Romeo, con ayuda de Gustavo Cabral, cerró la historia, 4-3.