lunes, 18 de agosto de 2008

Segunda Derrota

En Racing, parecía que lo peor ya había pasado. Porque en el torneo anterior, el equipo terminó último y eso lo llevó a garantizar su continuidad en primera división, al vencer a Belgrano en la Promoción. Pero con la nueva etapa, se profundizaron los viejos problemas. Pues los dirigidos por Juan Manuel Llop no hacen goles, perdieron los dos encuentros en el arranque del campeonato y vuelven a estar emparentados con los riesgos de la zona de descenso, por lo que de cara al clásico del próximo fin de semana ante Independiente, ya se menciona que el resultado de ese partido será decisivo para la confirmación de un cuerpo técnico que todavía no le pudo dar una idea de juego al conjunto albiceleste
Huracán le sacó un pescuezo con poquito. A pesar de las modificiaciones generosas en su nómina (sólo cuatro titulares de la temporada pasada), evitó el descontrol (Goltz, clave como sostén de la defensa), creció en orden con la reaparición de Barrientos y logró ventaja de la manera en que podía presumirse a partir de su debilidad en ataque. El gol de Cólzera, referencia permanente para el Globo, fue otro detalle de que en Racing no abunda madurez. Como hace una semana contra Lanús, la desventaja representa un drama para el que no existe remedio. Con 40 minutos por delante, Racing se resignó a una debilidad de ideas y espíritu que no le autorizan augurios de prosperidad. Si había que poblar el terreno cercano a Limia, el reemplazo de Sánchez Sotelo por Leandro González no fue la respuesta adecuada. Y si la urgencia de la suma habilitaba al recurso de los bochazos, la fórmula tenue a la que echó mano Racing aconsejan una terapia de grupo como blindaje de la confianza.A Racing las cuentas le salen mal. Ahí anda, multiplicando angustias, restando ilusiones, sumando traumas y dividiendo opiniones acerca de qué camino tomar.