domingo, 22 de febrero de 2009

Se Fué Llop

Apostado como un hincha más en el codo de la popular visitante, Rodolfo Molina, el presidente, entendió enseguida que el ciclo de Juan Manuel Llop al frente de su Racing ya estaba cumplido. En silencio, se sentó en un escalón ya húmedo por la persistente llovizna luego del gol de Pusineri y nunca más se levantó. Se lo notaba decepcionado con otra helada actuación de sus jugadores, a los que les había pedido más actitud para encarar el derby. Hasta incrédulo cuando su equipo perdía 2-0 y veía ingresar a un defensor lateral para jugar de volante. "¿Lluy? No entiendo nada...", disparó al aire, mientras el Rojo se mofaba de la Acadé y su sweater azul se mojaba cada vez más. Para ese entonces ya era un hecho que el Chocho estaba con los dos pies afuera. El presidente sólo necesitaba saber si el DT renunciaría o si tendría que cortarle las alas él mismo. "Yo siempre soy optimista. El equipo mejoró y si es por mí sigo. El fin de semana analizaremos la situación y veremos qué pasa", dijo Llop al finalizar el partido, aún sin saber que Molina ya lo esperaba en el Hotel Continental para comunicarle que había dejado de ser el técnico de Racing por los malos resultados (ocho partidos sin ganar) y la falta de comunicación con el plantel, lo que fue contaminando el rendimiento colectivo e individual de cada jugador.Punto final. A las 21 clavadas, cuando los jugadores ya se habían ido hace rato, Llop se retiró, literalmente, por la puerta de atrás del hotel. Antes, un cónclave entre él, su cuerpo técnico y dirigentes, que no duró más de media hora, sirvió para arreglar la salida (Racing pagará una indemnización por los tres meses que le quedaban de contrato). "Me voy de Racing. El lunes armamos una conferencia de prensa y lo confirmo. Chau", se despidió el Chocho, quien nunca pudo parar una bola de cortocircuitos internos que comenzó con la salida de Sava y que explotó en Mar del Plata tras el 0-4 contra Independiente. Aunque Molina, disgustado por la cara de su equipo, en la semana prefirió maquillar los moretones causados por los golpes. "Despedir a un técnico es como decirle chau a una novia. Duele. El Chocho se portó muy bien, es maduro y quiere el bien de Racing", explicó el presi, quien cuando asumió como titular respaldó al DT que dejó al equipo en Primera y hasta fue el nexo para intentar, en vano, reestablecer la relación entre DT y jugadores.¿Y ahora? Con el puesto de entrenador vacante, Molina comenzó anoche mismo con las negociaciones para conseguir un nuevo DT antes del partido del próximo sábado frente a Argentinos. Nombró a una comitiva de cinco personas, entre las que figura el vicepresidente Pablo Podestá, para comenzar a tantear a los candidatos. "Si es por nosotros, el lunes ya está trabajando con el plantel", confesó. Así, el primero de la lista, en la que figuran nombres de todo tipo y estilo, es Diego Simeone.
El Cholo es quien desvela a los dirigentes y en las próximas horas habrá un llamado telefónico, aunque el sí, a priori, parece complicado. En contra de toda presunción, lo que aleja a Simeone de la Academia no es el dinero (un grupo inversor se haría cargo de su sueldo) sino que el ex DT de River tendría ganas y estaría cerca de dirigir en Europa (¿al Atlético de Madrid?). Un escalón más abajo figura Pekerman, otro complicado, y un póker de candidatos que están más al alcance de la mano. Fernando Gamboa hoy sería el mejor visto por la CD luego del Cholo y podría dar el sí. Y están Caruso Lombardi (no convence porque tuvo choques con jugadores en Argentinos y Newell's), Borghi y Falcioni. Ah, y se habla del Coco Basile.Igual, lo que más preocupa al presidente, y a lo hinchas, es lo cerca que está Racing del descenso. Con estas tres derrotas y último en la tabla, la Acadé quedó a sólo dos puntos del descenso directo y el volantazo tiene que ser inmediato. "No hay tiempo, hay que sumar. No importa cuánto salga el técnico que venga", resumió el panorama el mandamás, dando a entender que pondrán un pleno para intentar conseguir a Simeone porque el Chocho se quedó Cholo, como Molina en la popular. Mojado y con la mirada perdida, por este Racing que se hunde y que ayer veló a otro capitán.