sábado, 23 de febrero de 2008
Sin Rumbo
Por diferentes situaciones y estados de ánimo pasó el día para los hinchas de Racing. Porque el equipo jugó un buen primer tiempo, contó con grandes chances de convertir, pero no lo hizo y casi lo pierde sobre el final. Lo que pudo ser felicidad por un rato, estuvo a punto de convertirse en catástrofe. Pero todo terminó siendo un abucheo final, acompañado de bronca y resignación. Fue 0-0 en Avellaneda ante Gimnasia de Jujuy.Entre los dos equipos que necesitan sumar para escaparle al temido descenso, fue Racing el que mostró más actitud. Claro, lo hizo con muy poco fútbol y mucha menos profundidad. La Academia no pudo quebrar a su rival y dejó dos puntos en el camino que pueden llegar a costar caro en el futuro. ¿Los jujeños? Se fueron contentos, aunque sobre el final estuvieron muy cerca de la victoria. El equipo de Miguel Angel Micó fue superior durante toda la primera mitad y mereció irse al vestuario en ventaja. Pero se pasó de revoluciones. En momentos clave se desesperó y chocó con una pared. Es cierto, tuvo las chances por intermedio de Facundo Sava, Sebastián Arrieta o Roberto Bonnet, pero falló en el área y por eso no logró quebrar la estructura defensiva del rival. Gimnasia, en esos 45 minutos apenas tuvo algún acercamiento al arco de Hilario Navarro, pero sin demasiado peligro.En la segunda etapa, Racing siguió desesperado en la búsqueda del gol. Pero sin bajar la intensidad. Esa que lo hizo chocar con sus propias limitaciones en el primer tiempo. A pesar de eso, se las ingenió para arrinconar al Lobo jujeño, que sólo intentaba atacar con alguna que otra contra. No parecía ser suficiente para ninguno de los dos. Maxi Moralez estaba apagado en la creación y eso le quitaba una gran cuota de fútbol al conjunto local.Pero Racing se desesperaba cada vez más y los hinchas también. El murmullo caía desde las tribunas y provocaba más de un error en muchos jugadores de poca experiencia en La Academia. Ojo, el equipo tuvo sus chances, algunas muy claras: Sava volvió a desperdiciar dos cabezazos y Moralez tampoco capitalizó un mano a mano en el que perdió ante el achique de Fernández. La victoria era merecida. Pero la pelota no entraba.Para colmo, sobre el final, Racing casi pierde el partido. César Carranza salió dos veces de contra y aprovechó muy malas salidas de Navarro para rematar de emboquillada: una se fue rozando el palo derecho y la otra besó el travesaño cuando ya no llegaba ningún jugador local.El pitazo final llegó y la ola de silbidos invadió el campo de juego. A Racing no le salen las cosas y los hinchas, que hoy respondieron en gran cantidad, ya no se aguantan la malaria. El dato negativo estuvo a la salida del Cilindro de Avellaneda. Un grupo de 150 simpatizantes arrojó piedras al micro, todavía sin jugadores en él y pidió por la salida de Fernando De Tomaso, algo que ya es moneda corriente en la tribuna académica.Micó dijo que Racing debe ser "punto a punto". Hoy sumó, pero se fue con un sabor muy amargo en su boca. Es cierto, no perdió ante un rival directo, pero pudo haber ganado y así sacarle tres puntos que valen oro a Gimnasia de Jujuy, Colón y Newell's, quienes ayer fueron goleados. Quedan varias fechas y la cosa se puede modificar. El pueblo académico espera ese cambio.