viernes, 11 de diciembre de 2009

La Historia fué mas Fuerte

Dos maniobras con pelota parada, ejecutadas con pie izquierdo, con sello de Passarella, le dieron al Millonario una alegría infrecuente en este Apertura, virgen de triunfos en clásicos. Si la gestión del ex zaguero mantiene semejante grado de eficacia, no habrá sobresaltos para los hinchas, porque River sacó máximo provecho de un par de ocasiones que, en su origen, no llevaban mayor riesgo para Racing. Pero el rival también juega: al Millo la vendría bien enfrentar repetidamente a su hijo más distinguido, al que supera con la sola mención de su nombre. Racing resulta una víctima propiciatoria, dispuesta a poner la cabeza aun cuando el desarrollo del juego esté en sus manos. Poco había hecho el local, apenas el remate de Bou que De Olivera tapó con la cara, antes del lapso de diez minutos en que aseguró la victoria. Dos faltas prescindibles, en especial la de Yacob a Buonanotte, derivaron en tiros libres que anticiparon la sentencia. Lucero puso la mano en el primero, forzó un penal evitable y ahí empezó a cambiar una historia que había comenzado desfavorable para River. El segundo, notable servicio de Abelairas, cerró ese instante fatal de la Acadé, que incluyó cuatro amonestados. Después de eso hubo 45 minutos en los que los de Astrada evitaron apremios, salvo un par de remates de Steinert y otro de Caballero a poco de la terminación, con la certeza de que el espíritu tenue se lo había trasladado al adversario.
Demasiadas contras para un equipo que trata de sobrevivir hasta poder reforzarse, según lo prometido, como corresponde a un equipo grande y no al CEFAR. Un penal no cobrado a Ramírez, otro a Yacob, dos faltas evitables en la puerta del área, un penal tonto de Lucero, más la fragilidad anímica y técnica que impiden dar vuelta un resultado. Quedan varios consuelos. El más importante, que la búsqueda del arco rival es un mandato y no una casualidad. Sin importar terrenos (o chiqueros como ayer), el equipo de Vivas sale a buscar los partidos. Dominaba cómodamente, comía espaldas de laterales con pelotas cruzadas y llegaba con facilidad. Pero no logró sobreponerse a tantos tropiezos. Una pena no sumar contra un rival tan flojo y, que en poco tiempo, podría ser un amiguito más en la lucha eterna contra la Promoción. Ahora hay que cerrar este olvidable torneo con un triunfo a Chacarita para poder llegar a las 20 unidades.