
Se luchó mucho, como debe ser una Promoción. Desprolijo, ya no había lugar para el análisis. Tal vez Belgrano mereció mejor suerte, pero las finales se ganan, y fue Racing el que la ganó. Puro corazón Academia, que edificó su permanencia en Primera desde la convicción de Llop, la seguridad de Martínez Gullotta, la entrega de los pibes, la presencia de Sava, el desequilibrio de Moralez, la experiencia de Estévez y, sobre todo, el apoyo de los hinchas, de los más de 40.000 fieles que despidieron toda su angustia en el Cilindro con el pitazo de Pezzotta. Sin dudas que deberá trabajar mucho para no volver a encontrarse en esta situación el próximo año, pero Racing es de Primera y de Primera no se va.